Sobre dispersiones, enojos, e interpretaciones
Soy una persona dispersa, de las que cuando va a hacer una tarea, necesita hacer otras 3 antes. Trabajar en marketing me dio el entrenamiento para convertir eso en una cualidad. No se trata de mentir.
inTRO:
Con la primera publicación un amigo me dijo que hice que la parte de tecnología sea más interesante y que quiere leer más sobre los disparadores en este newsletter. La lectura que hice de ese comentario fue: “hiciste accesible algo que está alejado”. (Cada uno lee lo que quiere). Cualquier persona puede entender sobre tecnología hoy. Pero, ¿no les parece por momentos que estamos frente a una industria tecnológica bastante autorreferencial, que se mira el ombligo y que existe para potenciarse?
Hay dos YouTube(s). El gratuito y el premium. Son dos universos distintos. No hay uno mejor que el otro, son decisiones y cada quien elige. Pero en ambos encontramos una horda gigantesta de youtubers que hacen unboxings, que hacen el “day in life with -inserte aquí el dispositivo del momento-”, que hacen tutoriales para personalizar la pantalla de inicio, que listan las 10 cosas que hay que hacer para cuidar la batería, y que empiezan un video diciendo que hablarán de su experiencia con un dispositivo y luego despliegan la ficha técnica. Como si eso no pudiésemos leerlo en cualquier página de producto. ¿Para qué se gasta cada marca en hacer su propia landing page de producto?
No me malinterpreten. Esos youtubers tienen un público que les demanda eso, un público del que yo soy parte 🙂. Pero eso no quita el hecho de que existe un porcentaje altísimo de consumidores y usuarios que no saben para qué sirve un procesador, y por qué el que lanzaron este año es mejor que el del año pasado.
¿Qué quiero decir con esto? Que cada tanto necesitamos una novedad para actualizar las conversaciones, pero que cada tanto necesitamos también interpretar en lugar de escuchar especificaciones técnicas, necesitamos otra aproximación. Y con lecturas e interpretaciones, venimos flojos.
1. En apps: Artifact R.I.P.
Si digo en voz alta Kevin Systrom y Mike Krieger mucha gente puede dejar pasar esos sonidos con cierto nivel de desinterés. Como si no hubiese sucedido nada en la sala. Pero si digo en voz alta Steve Jobs resonarán muchas cosas. El segundo, le debe mucho - o al menos algo - a los dos primeros. Pero vamos por parte.
Systrom y Krieger son los creadores de Instagram. La historia se puede leer en wikipedia pero para los centennials que andan por ahí, Instagram fue creado en 2010. En 2012 sucedieron dos cosas: primero, lanzan su aplicación para Android, y luego, Instagram como compañía es absorbida por Facebook. En esos dos años de exclusividad de la app para el iPhone -en ese momento, reconocido por tener la mejor cámara- Instagram colaboró mucho. No se sabía tanto de compresión de archivos, de enfoques, de retoques… Era cuestión de tener una buena cámara y saber aplicar un filtro.
En septiembre de 2018 Systrom y Krieger le dicen chau a Facebook (todavía no se llamaba Meta). Decidieron explorar otras aristas dentro de los negocios del software. Hace un año atrás, en enero de 2023, Systrom y Krieger lanzaron una nueva aplicación llamada Artifact. En pocas palabras es una aplicación de noticias, pero en las entrañas se esconden muchas cositas mágicas que hacen de Artifact una app -casi totalmente- distinta al resto. Usa la inteligencia artificial pero la usa bien. La app debe ser entrenada en sus primeros días de uso con ciertas referencias sobre qué temas leemos, qué medios, qué autores, qué referentes seguimos en otras plataformas, y en base a eso nos envía, sugiere, recomienda, artículos recientemente publicados. Meses después del lanzamiento, incorporó un feed en donde los usuarios que seguimos nos recomiendan lecturas. Tiene -o tenía- muchos detalles que la hacían especial y además era un lugar lindo para leer, se convirtió en mi app preferida para ver noticias. Hasta que hace tan sólo un par de semanas Systrom dijo “no va más”. En un comunicado, anunció que ciertas funcionalidades dejaban de estar operativas en ese mismo instante, y la aplicación dejaría de funcionar a finales de febrero. Estamos hablando de una aplicación que era una empresa con 8 empleados en el staff, en Sillicon Valley.
Y hay tres comentarios que me gustaría hacer al respecto:
-Como dije al principio, estamos flojos con la interpretación, pero porque con lo que estamos flojos de antes es con la lectura. La gente no está leyendo. Es alarmante, desesperante. En mi oficina, hace 14 años que nos quejamos de que nuestros clientes no leen los correos. Cuando su trabajo es leer correos. Imaginen leer un libro de 150 páginas, o leer los términos y condiciones de un contrato.
-Pero hay algo más preocupante aún, que es que no se está invirtiendo ni educando al respecto. Las empresas editoriales no están dándole el soporte financiero al negocio, y los gobiernos no están muy interesados en que la gente lea, y así podríamos seguir.
-Por último, voy a militar siempre algo: NADA es gratis. Y el software tampoco. No existen los duendes dentro del dispositivo, y no existe la magia. Y no nos engañemos con que la IA llegó para que los duendes y la magia existan y hagan las cosas por nosotros. Vivimos en un mundo en donde comprar licencias de software es algo ridículo. Como si esa gente que no paga el paquete de Microsoft 365 considerase que la gente que está sentada programando no es trabajando, o como si las personas que nos dedicamos al Marketing Digital nos dedicáramos a las redes sociales, y todo lo que pasa en las redes sociales es gratis.
2. Las ¿sorpresivas? nominaciones a los Oscars
La semana pasada les dije que esta temporada de premios no me estaba interesando. Es altamente probable que eso cambie, no digan que no les avisé. Pero por el momento en cuanto a interés nada cambió. Lo que sí cambió es que ahora tengo una agenda que cumplir antes del 10 de marzo. Como siempre digo, ojalá viviera de esto que estoy por comentar, pero al mismo tiempo pienso que si viviese de esto exclusivamente, para esta altura ya hubiese visto la mayoría de los títulos y la emoción quizás no estaría en un nivel tan alto.
El 10 de marzo se celebra la entrega número 96 de los premios de la Academia. El anuncio de los títulos y las personas nominadas se hizo el pasado martes, en vivo, por el canal de YouTube de la Academia, con Zazie Beetz y Jack Quaid. Las categorías son 23. La votación se llevará a cabo durante 5 días, del 22 al 27 de febrero, pero no todas las personas votan en todas las categorías. Cada quien vota en el rubro que le corresponde, a excepción de la categoría principal que es la de mejor película, la cual tiene un sistema distinto a la hora de registrar los votos y de contabilizarlos.
Con las nominaciones ocurre algo similar, a diferencia de que hay candidaturas y campañas, y existen incluso agencias que hacen ese trabajo, ya que cada tanto la Academia suma no tan sólo votantes, sino también reglas. El año pasado la polémica estuvo alrededor de una actriz (Andrea Riseborough) que logró quedar nominada en la categoría de Mejor Actriz, sin haber hecho una campaña dentro de los canales de comunicación oficiales que tiene la Academia. El primer problema este año es la no-nominación de las dos mujeres responsables de la película más taquillera del 2023: Barbie. En realidad sí están nominadas, pero no donde “la gente” quería que estuviesen nominadas. Vamos por partes:
Greta Gerwig: está nominada en la categoría de Mejor Guion Adaptado, junto a su marido Noah Baumbach. Gerwig, que empezó siendo actriz, ha conseguido antes quedar nominada en las dos categorías de escritura (Guion Original por Lady Bird, y Guion Adaptado por Little Women) y también como directora por Little Women (siendo en ese entonces apenas la 5ta mujer en estar nominada en la categoría de Mejor Director en 90 años de historia). El problema este año es que no está nominada por dirección. Es decir, las posibilidades de que el 11 de marzo ella lleve su primer Oscar a su casa, existen. Pero no hay consenso social y de la crítica en cuanto a la categoría que le podría dar el premio.
Margot Robbie: consiguió este año su tercera nominación. Estuvo antes nominada a Mejor Actriz por I, Tonya, y luego a Mejor Actriz de Reparto por Bombshell. Ahora, su tercera nominación es como productora, ya que Robbie no hace más que tomar buenas decisiones: pareciera ser que va evaluando qué derechos amerita comprar. Es poseedora por ejemplo de los derechos sobre la representación en cine del personaje de Harley Quinn (de DC Comics) y a su vez, entre muchos otros títulos para cine y series financiados por ella, en 2018 compró a Mattel los derechos para llevar a Barbie al cine, y fue ella quien contrató a Greta Gerwig para el guion y la dirección, y ella misma también quien se puso en el personaje luego de que Gal Gadot dijera que no a la propuesta de representar a la muñeca. Tampoco hay consenso en el hecho de que esté nominada como productora y no como actriz.
Debemos reconocer que hay algo del orden de lo machista: cuando una mujer no está reconocida por lo que hace frente a la cámara, nos indignamos. Cuando cuando la misma mujer no está reconocida por lo que hace detrás de las cámaras, no pasa nada. Detrás de cámara se toman las decisiones, se pone otro tipo de inteligencia, se hace un lobby, se despliegan otras capacidades. Si Gerwig y Robbie hubiesen estado nominadas como directora y actriz respectivamente (y no como guionista y productora), no existiría hoy una discusión. Y existe. Perdón pero no puedo evitar ver cierto machismo en esa indignación.
Que se enojen, no pasa nada. Y si ese enojo está justificado, mejor aún. Hay dos cosas de las que tenemos que ser conscientes: del marketing inteligente, y de las conversaciones ruidosas. Todos los años, segundos después del anuncio de las nominaciones, la prensa americana plaga sus medios con los “biggest snubs”, sus grandes olvidados. Hitchcock sale de su tumba todos los años para recordarnos que nunca ganó un Oscar como director. Spielberg, responsable de los blockbusters -lo que hoy le da de comer a Hollywood- con su Tiburón, no estuvo nominado como director. Ni hablemos de Singin' in the Rain. Pero Hollywood y los americanos tienen esto de ofenderse por todo cuando no son los mejores en algo. Hay un personaje de Soderbergh que dice “¿Por qué las cosas no pueden ser solamente buenas? ¿Por qué tienen que ser las mejores?”
FYI: Ni Gerwig ni Robbie salieron a hablar todavía, pero estoy seguro de que son las únicas que no están indignadas.
3. Sueños robóticos
Estoy sorprendido porque es la primera vez que anuncian la nominación al Oscar a Mejor Largometraje de Animación y de las 5 películas ya vi 4. Generalmente para esta altura me faltan todas, pero ya vi El niño y la garza, de Hayao Miyazaki, ya vi Nimona, de Nick Bruno y Troy Quane (incluso le dedicamos este episodio en nuestro podcast con Fabricio), y ya vi Spiderman: Across the spider-verse, de Joaquim Dos Santos, Justin K. Thompson, Kemp Powers. Me falta ver Elemental, de Peter Sohn y Denise Ream, que está en la plataforma de Disney+.
La quinta nominada es la que recomiendo ver: Robot Dreams, de Pablo Berger. Una película de animación hecha íntegramente en España (con 4 nominaciones a los Goya), sin líneas de diálogo, que cuenta la historia de amistad ENTRE UN PERRO Y UN ROBOT. Cuando lo digo necesito gritar porque, ¿entienden? Un perro y un robot. Para mi es droga. Denle YA todos los premios. La película habla del romance, de la espera, de la soledad, de las ciudades, y de un montón de cosas más, sin UNA sola línea de diálogo. Es de las que habla sin hablar, y mueve pisos. Y todos los momentos musicales ❤️. No puedo hacer una crítica y abordaje muy serio -y no porque se trate de una película de animación- pero hablar más, es quizás inducir la experiencia y visión que otras personas pueden llegar a tener -o no- con la película.
La película pude verla, lamentablemente solo pero en la sala más linda e incómoda, en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en una sección paralela. Invito a todo el mundo a una cadena de oración para que este año tengamos la edición número 41 de ese festival que trae este tipo de joyas, la veo difícil. Ahora algo malo: Robot Dreams es difícil de conseguir, de hecho no está disponible todavía en streaming, se encuentra en tierras ilegales. En Argentina sigue circulando por algunas salas alternativas de Buenos Aires, y creo que con la recepción en la temporada de premios puede tener una ventana de exposición un poco más importante en salas comerciales grandes y llegar al interior del país. O quizás llegue a alguna plataforma en la que puede tener quizás mejor visionado - aunque realmente deseo que llegue a salas y la vean todxs y después llegue a plataformas y la vuelvan a ver. Pero bueno, ¿no era que quien escribe no estaba interesado en la temporada de premios? De hecho, en las próximas semanas, voy a seleccionar categorías de los Oscars sobre las que hablaré un poco más.
outTRO: 3 recomendaciones
En tanta dispersión, busco formas y técnicas para focalizar. Y siempre digo que de chico, me hubiese gustado mucho aprender piano. Un tío mío, le regaló a mi primo un teclado. Como mi primo no lo usaba, mi tío me lo regaló a mi, por suerte a mi primo no le molestó, ya era más grande. Jugué a sacar acordes, todavía está guardado en algún rincón en la casa de mis padres (con un transformador de energía porque no es una pieza tan moderna). Hoy, uso el piano para leer y escribir, y me sirve bastante. A quien más escucho mientras leo, es a Joep Beving. Si lo exploran quizás vean que no es para cualquier momento, pero a mi me acompaña en varios libros, no importa su género.
2. Siguiendo con las teclas, otro que escucho mucho y que es una especie de Adele pero mas indie y más roto, es Tom Odell. Hay una que saben todos porque en su momento fue muy remixada (a lo Lana del Rey), pero recomiendo fuertemente su más reciente vivo.
3. Empecé el año en un nuevo club de lectura. Me gustaría leer tanto como Fabricio (si leen o quieren leer, lo tienen que seguir acá). Charlé mucho también con una amiga, Agustina, que es una referente con la que hablo mucho de lecturas. Y a comienzos de este año le dije que quería volver a un club. Acá hay 3 muy conocidos que pueden explorar si quieren que alguien seleccione para uds un título de forma mensual y les llegue a sus casas (no tienen excusa, el libro va a ustedes, ni siquiera tienen que moverse): Bukku (lo tuve un tiempo), Manjar Literario (me parece que tiene una buena propuesta por porque también selecciona poesía y tiene una suscripción para infancias), y el que elegí yo ahora: el libro del mes de Escape a Plutón. Y hay algunas más. Después quizás les cuente sobre el primer libro que recibí que es Medianeras, de Lenadro Ávalos Blacha. Si tienen otra suscripción conocida que quieran que comparta, me la pueden enviar.
Hasta la semana que viene y ¡GRACIAS!